LOS ALIMENTOS ECOLÓGICOS ¿LLEVAN A UNA ENFERMEDAD SOCIAL?
Por Juan Pablo Álvarez A.
Hay alimentos que se denominan ecológicos, que adquieren una fama en una gran parte de la población de que son tan superbuenos que los pueden consumir sin límite, además de no engordar para finalmente añadirles la coletilla de que son alimentos supersanos y desdeñando los alimentos, digamos la agricultura clásica. Pero ¿esto es cierto? o quizás son víctimas del marketing o de un fraude.
No te olvides la manipulación psicológica existe, hay mucho escrito sobre el tema técnicas bastante normalizadas y reconocibles para cambiar los pensamientos y la sensibilidad de las personas, y esto es lo malo, que en muchas personas es efectiva.
¿Cómo se hace?
Relativamente fácil, creando un mensaje en la mente de las personas que contenga cierta parte de información verídica que está en la mente de las personas en su interior pero es posible que sea esa verdad incompleta, no contrastada y partidista (desinformación), como es la salud aderezándola con un mundo mejor edulcorado con el buenismo, término acuñado en los últimos años para designar determinados esquemas de pensamiento y actuación social y política, como es el multiculturalismo y la corrección política, que de forma bienintencionada pero ingenua y basados en un mero sentimentalismo, que carece de autocrítica hacia los resultados reales.
Estas personas influenciadas demuestran conductas basadas en la creencia de que todos los problemas pueden resolverse a través del diálogo, la solidaridad y la tolerancia. Este coctel es aderezado aprovechado y enviado al consumidor a través de los medios, mediante un bombardeo y machaqueo en la mente del consumidor.
En ciertas personas este coctel penetra como un mantra, una quimera, fábula, leyenda, ficción, tradición, invención, cuento, mito que va calándolo y absorbiéndolo y finalmente comprándolo de forma obsesiva.
Quizás pienses que exagero, pero esto de lavar el coco, viene sucediendo desde que el mundo es mundo y en el día de hoy es más fácil pues el mundo es altamente tecnológico con una capacidad inmensa de llegar al cerebro de forma muy efectiva y rápida a millones de personas.
Esto ya viene de lejos y lo practicaban, sabían el valor de las palabras, las imágenes y la fuerza de la repetición. Su fuerza es tanta, que simplemente con palabras todos llegan a creer que algo pasó. Pero o maravilla, que lo crean todos no significa que exista o haya ocurrido.
Hace tiempo todos creían que la tierra era plana y que el sol giraba alrededor de la tierra pero realmente no era así.
Adolf Hitler (1889-1945) Dictador de la Alemania nazi dijo, las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña
¡Ojo! La mentira siempre está llena de medias verdades
En el fondo de todo esto de lo ecológico y la agricultura convencional quizás esté detrás la economía pues en muchos casos, donde se acerca el dinero la ética desaparece, y hay alguien que va a pagar las consecuencias.
Quizás sean los consumidores de los productos ecológicos, quienes sufren un intento, sin saberlo, de un lavado mental, que puede conllevarle a una patología moderna enfermedad psicológica, que lo conduce a actuar como un hooligan fanático.
El Ministerio de Medio Ambiente en el 2011, dice que esas personas que los compran, su motivo primigenio es poseer una buena salud.
Esta percepción tanto para iniciarse en el consumo de los mismos como para continuar con ellos, ya que los percibe como productos más naturales con una preocupación por su salud, hasta ahí todo va bien.
Pero cuando esto se convierte en “obsesivo” “absoluta” “radical” y solo se comen alimentos cuyo origen este clarísimo hasta la extenuación, desechando cualquier otro alimento que cumple las normativas aptas para la alimentación, como dijo el astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13, “Houston, tenemos un problema”.
Estas personas radicales tienen una vulnerabilidad psíquica que se denomina Ortorexia, calificada como trastorno alimentario según el Doctor Estadounidense Steven Bratman, debido a la obsesión patológica por comer comida considerada saludable por la persona que le puede llevar a la desnutrición e incluso a la muerte y es más afirma, que "la desnutrición es común entre los seguidores de las dietas de comida saludable.
Este tipo de personas son radicales e inflexibles, yo las retrato en esta frase: Todavía no sé qué me vas a preguntar, pero me opongo. Debes saber que
El consumo de alimentos ecológicos no siempre conlleva un beneficio para la salud igual que cualquier otro alimento convencional
¿Qué dice la Psicoterapia? Que esta obsesión interfiere con una vida normal, en las personas afectadas, que tenemos a una persona con tendencia a la infravaloración, básicamente que hay un problema de autoestima y que utiliza la bandera de los alimentos ecológicos como vía de escape. Es una pantalla para encubrir los auténticos problemas.
Espero que al leer este post hayas visto que esto es en definitiva una enfermedad social y que todos los alimentos son sanos, si se ingieren en las proporciones debidas y quizás a mi entender los médicos sin darse cuenta pueden tener una parte de responsabilidad cuando hacen campañas de hábitos sanos. No debiera hablarse de alimentos prohibidos.
Lo importante es que la Legislación Alimentaria vigile y proteja la salud de nosotros, que haga cumplir las obligaciones legales en relación a las correctas prácticas de higiene y seguridad en la industria alimentaria y del mercado. Haga que los operadores de la cadena alimentaria ya sean los llamados ecológicos o los convencionales cumplan y garanticen que los alimentos que salen al mercado sean inocuos y de calidad adecuada pues con esas premisas ambos serán sanos y seguros.
Todo alimento puede ser veneno para nuestro cuerpo depende de la dosis que ingiramos en un determinado tiempo